Paso de Palio de María Stma de la Paz en su Mayor Aflicción.

El primer testimonio gráfico que hay del paso de palio de nuestra Hermandad, muestra a la imagen de la antigua dolorosa en el año 1.934 bajo palio que estuvo inventariado  con el nombre de “palio verde» que bordado en el siglo XVIII. En este paso trabajó el platero Nicolás Fernández, que realiza en los primeros años del mencionado siglo unas cenefas o caídas de palio de martillo sacadas a buril para el aplique y adorno de este. Según el inventario de 1.766 el paso de la Virgen llevaba una peana chapada en plata con tres serafines y otras piezas sobredoradas

En el siglo XVIII los palios solían tener seis varas o varales, y éste tenía diez. Hasta la revolución de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, los palios eran de cajón y este palio era ya de figura o de estilo sevillano y habría que esperar hasta los primeros años del siglo XX para que los palios fueran de colores azules, morados, verdes y éste ya en el siglo XVIII era de color verde.

En la revista “Semana Mayor Jerez de 1946″, se muestra una foto del paso de palio de nuestra Hermandad, más acorde con la estética actual, los respiraderos son más ancho, la candelería tiene más cera, los varales son doce siendo los dos primeros mucho más gruesos. No hay constancia de que este juego de varales se llegara a terminar, pues las macollas y los basamentos no se parecen en nada a las actuales que se estrenaron en el año 1954. Así que este conjunto ya empezaba a presagiar lo que sería el actual paso de palio.

El actual palio de María Stma de la Paz en su Mayor Aflicción comenzó a fraguarse a partir de la década de los cuarenta y fue desarrollado por el artista sevillano afincado en Jerez D. Emilio Landa Carrasco.

Los respiraderos, de plata cofradiera fueron diseñados en 1.956, por Emilio Landa que comenzó a realizarlos pero no pudo terminarlos por fallecer cuando trabajaba en ellos en 1.957 , el trabajo fue recogida por su hijo Juan, que los finalizó.
El diseño de los respiraderos que realizara D. Emilio Landa parten de un zócalo de azulejos de un palacio de la ciudad de Lisboa. Quedan divididos en en paños rectangulares por unos anchos peinazos; en los mismos y en bajo relieve hay unos ángeles tenantes. En el centro de cada paño hay un medallón con escenas de la vida de la Virgen, obras de los talleres Lorenzo Jiménez y Rueda. 

El juego de la candelería que consta de 84 piezas fue realizado en los talleres de Manuel Villarreal entre los años 1.962 y 1.966 en plata cofradiera repujada  

En el año 1.969 se estrenan los candelabros de cola. Tienen once puntos de luz. Muy característicos porque no llevan tulipas o guardabrisas en este caso , sino que lleva faroles de cuatro caras. Cada uno de ellos está rematado por una corona, sin imperiales, de cuyo centro pende una campanita.

Emilio Landa diseñó los varales del paso, los cuales fueron realizados en los locales anexos a la Capilla por su ayudante Manuel Morales de Turón. Emilio Landa cinceló las capillas con imágenes marianas que hay en el primer tramo de los varales representando las advocaciones marianas de los Reyes, Merced, Consolación, Pilar, Carmen, Inmaculada Concepción, Rosario, Milagros, Regla, Divina Pastora, María Auxiliadora y Perpetuo Socorro. Se comenzaron en el año 1948, finalizándose en 1950.

Las jarras son seis grandes, cuatro medianas y seis pequeñas para la delantera; todas llevan un tarjetón con una invocación de la Letanía Lauretana. Se estrenaron en el año 1.958 y también son del Taller de Villarreal.

La imagen venera es una réplica de la Virgen de los Desamparados de Valencia y fue traída a nuestra ciudad por D Manuel Martínez Arce en el año 1.949. Por su parte la peana es de plata cofradiera. Su diseño está basado en el de la Patrona de nuestra ciudad. Se estrenó en el año 1.965 y fue donada por un conjunto de hermanos dentro de los actos de la conmemoración del cincuentenario de la reorganización de la Hermandad.

Las caídas de palio, terminan con una gran franja de malla y quedan rematadas con unas gruesas bellotas. La composición de las caídas delantera y trasera está presidida por dos escudos. En la trasera, el del Cabildo Colegial de Jerez, donde esta Hermandad se creó en 1615 y donde retornó en 1919 por el estado de ruina de la Iglesia de San Agustín hasta su traslado a esta Capilla en 1925, y el del San Pedro, titular de la parroquia donde se ubica esta Capilla de los Desamparados. En la delantera, el del antiguo Cabildo Colegial (hoy catedral) de Jerez y el del Vaticano. Las caídas fueron bordadas por Guillermo Carrasquilla en el año 1.951.

Por su parte el techo de palio, fue bordado por Esperanza Elena Caro. El soporte es de terciopelo color morado, está bordado con hilos de oro y apliques de pedrería. En el centro, en la Gloria, está el Espíritu Santo obra del orfebre sevillano Manuel Baeza. De la paloma surge un resplandor de rayos finísimos que quedan enmarcados por un medallón; los roleos y hojas de acanto forman macollas, que se completan con hojas de yedra o con flores pequeñísimas, con ondulaciones y quiebros inesperados que ocupan toda la superficie del techo.  Se estrenó en el año 1.964 y junto con el manto, que es del mismo taller forman un conjunto de gran calidad y riqueza.

Por último , los faldones son de terciopelo granate. Durante varios años el paso procesionó con un faldón delantero bordado con hilos de plata y sedas de colores en el taller de Piedad Muñoz Rodríguez, de Albaida del Aljarafe (Sevilla). En los extremos hay unas hojas de acanto que arrancan de una jarra; a media altura la composición se interrumpe y las hojas de acanto imitan un broche. En el centro del faldón, también con hilos de plata y hojas de acanto, más varias rosas, se halla un medallón en cuyo interior, efectuado con sedas de colores, se representa el Bautismo de Jesús sirviendo de modelo la vidriera que hay en el Baptisterio de la Parroquia de San Pedro. Como alegoría al primitivo titular de nuestra Hermandad, San Juan Bautista.