¿Sabías que los cultos cuaresmales de nuestra Hermandad consistieron en un Triduo en vez de en un Quinario hasta el año 1947?

En las primitivas reglas de 1615 no se incluye ningún tipo de culto cuaresmal específico. No es hasta el año 1853 en que se tiene noticia por primera vez de cultos dedicados al Cristo de la Coronación de Espinas y estos consistieron en un Triduo. No obstante, la gran desorganización en la que se encontraba la cofradía de San Juan Bautista en esos años hizo que no fuera hasta el año 1875, comienzo del resurgimiento de la devoción a nuestros titulares, cuando se recuperaran estos cultos en forma de Triduo de manera continuada.

Con algunas lógicas interrupciones se siguieron celebrando cada año hasta que en el Cabildo de Oficiales del 21 de noviembre de 1947 se toma la decisión de cambiarlos por un Quinario, con el objetivo de darle así mayor solemnidad. El acta dice lo siguiente:

Octavo  .También se determina celebrar en honor de nuestras veneradas Imágenes solemne Quinario, dando principio en martes para su terminación en la mañana del domingo con Función Principal’.

Haciendo la cuenta, este próximo quinario que en breves días dará comienzo será el número 75. Así que ¡celebremos la efeméride asistiendo a ellos como corresponde!


A modo de ilustración, a continuación podemos leer la interesantísima crónica de ese primer Quinario y su Función principal publicada en el diario El Ayer del martes 3 de febrero de 1948 y que nos traslada a otra época gracias al gran número de detalles que incorpora.

FINAL DEL QUINARIO DE LA CORONACIÓN

Con solemnidad que rebasa el límite alcanzado en años precedentes, ha celebrado este año la Hermandad de la Coronación sus cultos en honor de sus titulares.

A ello ha contribuido no poco el haber conseguido terminar, por generosas aportaciones, las obras de su monísima capilla, obteniendo un mayor espacio en el recinto y logrando por ello dar cabida a más elevado número de cofrades y fieles.

El fervoroso quinario, que este año ha sustituido al tradicional triduo, dio principio el martes anterior, siendo predicador en las cinco noches el doctor don Francisco de Paula Carrión Mejías, párroco de San Andrés de Sevilla, quien con fácil palabra y profundidad de conceptos, en lenguaje asequible a todo el auditorio, ha expuesto de manera consecutiva los fundamentos de la realeza de Cristo, todo ello con sermones que bien pueden calificarse de modelos.

Con la función de Instituto celebrada en la mañana del domingo se clausuró este fervoroso quinario que tantos fieles ha congregado en la capilla de los Desamparados.

Dio principio la función a las nueve de la mañana, oficiando el canónigo doctoral del Cabildo Catedral de Cádiz, ilustrísimo señor doctor don Francisco García Guerrero, corriendo el panegírico a cargo del ya citado señor Carrión Mejías.

Al ofertorio, la Hermandad renovó el voto concepcionista, así como el de la Asunción y Mediación de Nuestra Señora, en emocionante profesión de fe colectiva, y terminada la fórmula, todos los Hermanos, al frente la Junta de gobierno, pasaron ante el sacerdote oficiante, para besar el libro de los Santos Evangelios.

La Comunión general resultó lucidísima, no sólo por el número de cofrades que se aproximaron a la Santa Mesa, sino porque además fueron muchísimos los fieles que se sumaron al acto.

Tanto en la función como en las noches del quinario la mesa de la Hermandad ha estado presidida por su Hermano Mayor don Sebastián Íñigo Sánchez, mayordomo don Mario Rodríguez Marín, tesorero don Pedro Serrano y García Pelayo, don Antonio Chacón Sánchez, don Herminio Teruel Forés, don Mariano Cros Ruíz, don Cristóbal Holgado y otros directivos. El altar mostraba bellísimo exorno, rematado con artístico dosel, bajo el cual aparecía la imagen de la Santísima Virgen de la Mayor Aflicción, que lucía sus mejores galas, así como la magnífica corona que estrenara el año precedente, y en primer término del altar, la singular imagen del Cristo de la Coronación. Gran cantidad de cirios y ramos de claveles sobre ricas ánforas, todo en armónica combinación, completaban el conjunto con gusto y sencillez.

La Agrupación que dirige el maestro don Francisco Navarro, ha tenido a su cargo la parte musical, contribuyendo al esplendor de estos cultos, de los que pueden estar bien satisfechos los Hermanos de la Coronación, así por el fruto espiritual conseguido como por la brillantez que le han impreso, resaltando una vez más en esta Cofradía el carácter gremial que ha sabido conservar, como su mejor núcleo aglutinante’.

Para terminar, fijémonos un poco más en la fotografía del altar de quinario de ese año 1948 que incluye muchos detalles interesantes. Se puede destacar, por ejemplo, el manifestador preparado para los días del Jubileo circular, que era habitual hacerlo coincidir con los cultos de las hermandades; los faroles que portan los ángeles lampareros pertenecientes al último paso de misterio cargado por fuera que tuvo la hermandad; así como la clámide del Señor antes de ser pasada y enriquecida por el taller de Carrasquilla en 1956 o el manto verde de la Virgen bordado en 1927. También puede observarse como la Virgen de la Mayor Aflicción porta la corona de Emilio Landa que había sido estrenada tan solo un año antes, como resalta el artículo de prensa, y como se utilizan los respiraderos del paso de palio, que son los anteriores a los actuales, a modo de grada.

Artículo elaborado por
Alfonso Martín- Bejarano Ejarque