¿Sabías que la Hermandad celebró Novenas de Ánimas hasta bien entrado el siglo XX?

Durante el siglo XIX y hasta bien entrado el XX era muy común que las hermandades de penitencia celebraran novenas de ánimas por el mes de noviembre. Lo hacían en sufragio por las Santas Ánimas del Purgatorio de los hermanos que habían fallecido y el caso de la Hermandad de la Coronación no podía ser menos.


Extraemos de las actas, por ejemplo, esta anotación de enero de 1926 en la que se habla de la primera Novena de Ánimas celebrada en los Desamparados en noviembre de 1925 y cuyo gasto había sido asumido por el hermano mayor, Juan López Andrade. También se llega al acuerdo de confeccionar un estandarte negro para darle mayor solemnidad a estos cultos:

Proyecto de hacer un Estandarte para los entierros de los hermanos y de particulares, a cuyo efecto el Sr. López Andrade regala una placa de cobre ovalada pintada al óleo, representando la Coronación del Señor.
Se acuerda confeccionar dicho estandarte’.

Ésta es la placa que regalo quien fuera secretario en el grupo reorganizador de 1896, promotor del traslado a la Albarizuela y primer Hermano Mayor por aclamación del cabildo reorganizador tras el traslado.


También podemos poner de muestra la siguiente crónica del diario El Guadalete del 14 de noviembre de 1934 que es tremendamente descriptiva de cómo, en efecto, se fue ganando en complejidad en esta celebración.

Hay que decir que la asistencia a la muerte y posterior salvación de las almas de los hermanos difuntos era uno de los objetivos principales de las primitivas cofradías penitenciales. Aspecto hoy ciertamente relegado a la mínima expresión.

Todas las constituciones de las hermandades de penitencia en el siglo XVI y XVII dedicaban una gran parte del articulado de sus reglas a definir cómo se debía atender a los hermanos moribundos, cómo debían hacerse sus funerales y qué número de misas debían decirse por su alma.

Reproducimos aquí, por ejemplo, una imagen de uno de los artículos de las reglas originales de 1615 de la Cofradía de San Juan Bautista que trata sobre este tema de los difuntos.

Ítem ordenamos que cuando falleciera algún cofrade estando en la iglesia el cuerpo presente rece cada cofrade treinta y tres Ave Marías y otros tantos Padres Nuestros a honor y reverencia de la vida que Jesúcristo nuestro Señor en este mundo vivió para lo cual encargamos a los cofrades que no…


Cabe decir que en casi todas las iglesias existen altares de ánimas debido al profundo culto a las mismas que se les dedicaba y a la importancia que se le daba al tema del purgatorio. En nuestra Capilla de NªSª del Refugio de los Desamparados no podía ser menos y así poseemos uno de los cuadros de más valor y más estropeados del edificio situado en la nave de la epístola (a la derecha según se entra).


Por cierto, y para terminar, debo decir que la imagen de portada es, como se dice hoy día, un fake, ¡vamos!, que es mentira. O mejor dicho, que no corresponde a una novena de ánimas aunque bien pudiera serlo. La propia fotografía original en poder de la hermandad tiene anotado por detrás:

Así fue como se preparó el besamanos de la Virgen de ese año, en auténtica sorbiedad, para resaltar la espera de la llegada del magnífico manto de salida que se estaba confeccionando en el taller de los sobrinos de José Caro y que no pudo estrenarse hasta el Domingo de Pasión, día 3 de abril, cuando estuvo expuesto todo el día tras su bendición.


Artículo elaborado por
Alfonso Martín- Bejarano Ejarque