Lo podemos ver en el comienzo de la regla fundacional de 1615 que dice: ‘Comienza la Regla y ordenación de los cofrades y hermanos de la hermandad de San Juan Bautista de la Ciudad de Jerez de la Frontera’.
Así sigue siendo denominada hasta su desorganización en la segunda mitad del siglo XIX, aunque también era nombrada popularmente como ‘de la Coronación de Espinas’.
No fue hasta la reorganización de 1896 que se cambió el nombre por el de ‘Venerable Hermandad y Cofradía del Smo Cristo de la Coronación de Espinas y Ntra Sra de la Mayor Aflicción’. Donde, curiosamente, ni si quiera es mencionado San Juan Bautista como titular.
El motivo de esto es que el nuevo grupo buscaba la reorganización alrededor de la imagen del Cristo de la Coronación de Espinas y desconocían en un principio que el origen de la Hermandad estaba en el patrón San Juan Bautista.
Así lo explica, primero en el acta de reorganización y luego en la edición de las reglas en 1902 Juan López Andrade, que era secretario de la junta reorganizadora de 1896 y sería hermano mayor de la junta reorganizadora de 1925, cuando se produce el traslado a la Capilla del Refugio de los Desamparados.
‘Acerca de la fundación de esta Cofradía por nuestros ante pasados; hemos conseguido averiguar, que allá, por los años de 1615, se constituyó en la Insigne Iglesia Colegial de San Salvador la Hermandad de San Juan Bautista […]. Así se explica que figure la Imagen del Bautista en el mismo altar que el Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas y Nuestra Sra. de la Mayor Aflicción’.
‘El objeto que nos juntaba: reorganizar la Hermandad y Cofradía de la Coronación; entendíamos que esta había estado constituida, y más tarde supimos que jamás existió; que las Imágenes que nosotros veneramos, eran, dentro de la Hermandad primitiva, partes secundarias, puesto que les servían para hacer las procesiones de Semana Santa…’
¿Sabías que la cruz blanca de ocho puntas sobre fondo rojo que hoy llevamos en nuestro escudo es la encomienda o emblema de San Juan Bautista ?
El origen de este símbolo es la cruz que adoptaron como propia los Caballeros Hospitalarios de San Juan Bautista. Esta orden de caballería se fundó en el siglo XI con la misión de proteger a los peregrinos que acudían a los Santos Lugares y, para diferenciarse del resto, adoptaron el emblema por todos hoy conocido como Cruz de San Juan o también de Malta, por ser la isla una de sus principales posesiones.
La interpretación más extendida de este símbolo identifica las ocho puntas de la cruz con las bienaventuranzas, mientras que las cuatro esquinas interiores representarían las cuatro virtudes cardinales.
¿Sabías que la imagen de San Juan Bautista es la más antigua de cuantas posee la Hermandad?
Está realizada con anterioridad a 1660, hace más de 360 años, lo que se sabe gracias a una manda testamentaria del escultor Francisco de Villegas de ese año en la que afirma que “Los hermanos de la Cofradía de San Juan Bautista de Jerez de la Frontera me son deudores de ciento y ochenta reales del resto de mayor cantidad de la hechura y escultura de un San Juan que hice para la dicha Cofradía”. Francisco de Villegas también había realizado con anterioridad una Virgen de candelero para la cofradía en el año 1625.
¿Sabías que la renovación de cargos de la Hermandad se producía en un inicio tras la celebración solemne de la fiesta del Santo, el 24 de junio?
Los nombramientos se hacían cada año por elección abierta. Es decir, cada hermano proponía un nombre para cada cargo y quien acumulaba más votos resultaba elegido. Así siguió siendo hasta bien entrado el siglo XX en que se pasó al actual sistema de candidaturas. En los orígenes de la Hermandad, los hermanos estaban obligados a aceptar los cargos como parte de su responsabilidad con la institución. Solo podían rechazarlos por causas justificadas o, en caso contrario, estaban obligados a pagar una multa en dinero o cera.
¿Sabías que la procesión primitiva de la Hermandad en el Jueves Santo se abría con el guión de San Juan Bautista?
Este nombre de guión proviene, de hecho, de esa función de “guiar” a la procesión. En su origen consistía en un estandarte colorado con la encomienda de San Juan Bautista en el centro, la cruz blanca de ocho puntas. Se solía llevar desplegada y no como en la actualidad que se hace plegada en señal de duelo por la muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Este emblema, de gran importancia desde la fundación por dar identidad y personalidad propia a la corporación, también fue reivindicado en el momento de la reorganización. Así, en la breve reseña histórica realizada por el secretario Juan López Andrade como introducción a las reglas editadas en 1902 incluye la siguiente interesante reflexión:
‘Tenemos, pues, que la Hermandad de San Juan Bautista, constituyó la Cofradía de la Coronación; la de San Bartolomé, organiza la de Ntra. Sra. del Mayor Dolor y el paso del Ecce-Homo; y la de San Andrés, la tan popular como devota de Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Solo ésta conserva aún la tradicional costumbre de llevar en sus procesiones la insignia o distintivo del origen de su fundación. Esta insignia es encarnada con una cruz verde en forma de aspa. Las demás cofradías deberían imitar este ejemplo haciendo así honor al Santo por quien se erigió la Hermandad.
Yo creo que los distinguidos cofrades, y muy especialmente su digna Junta Directiva acordarán, que en las procesiones se lleve la insignia de San Juan Bautista; y para que la conozcan, copio el capítulo 22 de las citadas reglas que dice «Ítem, ordenamos que se haga un guion o insignia colorada, con la encomienda del Sr. San Juan Bautista, para que asista a las procesiones de entre año»’.
Como herencia de esa tradición disponemos hoy día del Banderín de San Juan Bautista a continuación de la Cruz de Guía en la procesión.
¿Sabías que en la Hermandad hay cincuenta y tres Juanes?
Como no podía ser de otra forma, el nombre de nuestro Santo Patrón es uno de los más numerosos entre los hermanos de la Hermandad. Ni más ni menos que el 10% de los varones lo llevan en alguna de sus combinaciones.
Este nombre ha sido desde siempre muy asiduo en nuestra corporación. Así tenemos, por ejemplo, de los primeros años de la reorganización de 1896 a Juan C. Vacas Barbudo, miembro del grupo reorganizador, a Juan Corrales Sánchez-Medina, que fue hermano mayor en 1903-1904, y a Juan López Andrade, secretario de la directiva reorganizadora y verdadero impulsor del traslado de la Hermandad a la Capilla del Refugio de los Desamparados en 1924 cuando se encontraba en práctica desorganización. No en vano, tras la junta general constituyente de marzo de 1925, fue elegido Hermano Mayor por unanimidad. Ejerció el cargo hasta 1930 y a su dimisión fue nombrado Hermano Mayor Honorario.
En la etapa antigua también tenemos muchos Juanes. Como Juan de Morales, uno de los doce fundadores de 1615; Juan Muñoz Diosdado, Hermano Mayor a la contratación de una Virgen de candelero a Francisco de Villegas en 1625; la junta de gobierno de 1696 al completo, formada por Juan Alonso Ramos, Juan de Ortega y Juan de Asencio; Nuestro ilustre prioste en el momento de la hechura del vestido, hoy saya, de Pedro de Lima de 1762, Juan del Rosario Carlos de Lila Vint de la Cerda Ponce de León, Marqués de los Álamos de Guadalete; Y, por supuesto, dentro de la familia Pineda, que fue la auténtica sostenedora de la Hermandad durante dos siglos, hubo muchos Juanes, incluido su último miembro y, por ende, último mayordomo judicial hasta 1869 que se llamaba Juan Bourré y Pineda.
Sirvan estas menciones como reconocimiento a su labor, fruto de la cual estamos hoy aquí.
Y de entre nuestros hermanos actuales me vienen a la memoria, y no puedo hacer menos que felicitarlos en su día, Juan Luis Jaén Pacheco, miembro de la Junta de Gobierno con mi abuelo Antonio Martín-Bejarano Arias, también primer capataz de los hermanos costaleros del paso de misterio y vestidor tantos años de nuestro amado Cristo de la Coronación; Juan Pedro Santiago Rozas, Calvente y Ramos, auténtica saga familiar dentro de la Hermandad, aunque el nieto creo que es Juan a secas; Juanma Pérez-Rendón Muñoz y su hijo Juanma Pérez-Rendón Conde, quien es consiliario en la actual Junta de Gobierno; Juan Antonio Flores Padilla; Juan Peña Sánchez, tesorero con Paco Hurtado y segundo tesorero con Pedro Larraondo; Juan Carlos Pérez Alcántara y su hijo Juan Carlos Pérez Franco, ambos costaleros; Nuestro querido Juan Pérez Márquez, tantos años representante de la Hermandad en la procesión del Cristo de la Expiración; Juan A. Montoro Rodríguez-Izquierdo, secretario de la actual Junta de Gobierno y antiguo director de cofradía; Juan Carlos Dorado Castro, antiguo mayordomo y director de cofradía; Juan Flores Malvido, que fue también costalero; Juan Antonio Zarzuela Piñero; Juan Luis Romero Márquez, consiliario en la junta de Javier Lucena y actual segundo capataz del paso de la Virgen, y su hijo Juanito; Juan Carlos Galván; Los costaleros Juan Jesús Jiménez Sevillano, Juan Manuel Sanduvete Sánchez y Juan Pedro Rosa Camacho, …
… y un largo etcétera hasta llegar a los cincuenta y tres Juanes que lucen con orgullo el nombre de nuestro Santo Patrón. Felicidades a todos ellos, felicidades a todos los que estén leyendo este texto que se llamen Juan y felicidades, cómo no, a todos los hermanos de la Coronación por celebrar el día grande de nuestro Santo Patrón. ¡Viva San Juan Bautista! ¡Viva el precursor!
(Gracias a la Secretaría de la Hermandad por los datos estadísticos y a Maria del Carmen López Torres por la Fotografía del Banderín de San Juan).
Artículo elaborado por
Alfonso Martín- Bejarano Ejarque
